UNA REFLEXIÓN SOBRE EL ESPACIO.

Tómate un momento para ver a tu alrededor. Salvo que seas uno de esos pocos afortunados que puede darse el lujo de viajar, o que viajes constantemente por tu trabajo, seguro que estás en los mismos lugares comunes de toda la vida; tu habitación, por ejemplo, o la sala de tu casa, ¿o por qué no? En el transporte público. Pero, ¿te has puesto a pensar en lo relativo que es el espacio? Descuida, no hablaremos de física ni de matemáticas difíciles de asimilar. Limitémonos a hablar un poco —y brevemente— sobre el tiempo y el espacio.
Pongo esta imagen en tu cabeza. El universo es descomunalmente enorme, mucho más allá de nuestra comprensión. Tan solo el universo visible es gigantesco, y no es más que una porción del mismo. Pero ¿esto qué tiene que ver con que esté en la sala de mi casa, o que no haga más viaje que el de mi casa al trabajo y del trabajo a mi casa? Pues todo. Al menos todo en lo que al concepto del espacio que ocupamos refiere.
Trataré de explicarme un poco mejor. La Tierra hace un giro sobre sí misma cada veinticuatro horas, por lo que podríamos decir que, si no me muevo del sofá, en veinticuatro horas volveré a ocupar el mismo espacio. Falso. Y esto porque la Tierra gira alrededor del Sol cada trescientos sesenta y cinco días.
Y suponiendo que tengamos la paciensia y los medios para quedarnos sentados en el sillón por un año entero, aún así no podemos decir que volvimos a ocupar el mismo lugar. ¿Por qué? Porque el sistema solar, de hecho, tiene su propio movimiento en torno al centro de la Via Láctea, nuestra galaxia. Y bueno, has de saber que las galaxias a su ves se mueven en grandes cúmulos de galaxias, que a su ves se mueven en grandes supercúmulos (el nuestro, por cierto, se llama Laniakea, y tiene más de cien mil galaxias), y así. Para no meternos en detalles, baste decir que, en lo que refiere al espacio que ocupas en el universo, jamás en tu vida has vuelto a ocupar el mismo lugar, y de hecho jamás volverás a ocuparlo. En realidad, el planeta Tierra, desde que existe, jamás ha vuelto a ocupar el mismo lugar en el universo, y posiblemente se destruya antes de que vuelva a ocuparlo.
Mira otra vez a tu alrededor. Seguro que no lo notas, pero te estás moviendo. Todo se mueve.