RADIOGRAFÍA: “República Mutante” de Jaime Alfonso Sandoval

INTRODUCCIÓN.

Los Topete, una familia singular compuesta por un malísimo inventor a prueba de fracasos, una ama de casa que nos recuerda una y otra vez lo taimada que puede ser la ley de Morfy, una niña mórbidamente pesimista y amante de lo tétrico, y un seudo intento de coleccionista de costras sin personalidad propia. Ya saben, lo de siempre; la típica familia de barrio, de las que abundan en la ciudad de México. Cansados de tantas privaciones, y con la ayuda de un poquito de corrupción, lo normal, consiguen mudarse a Pangea, un país de reciente creación que busca hacerse de pobladores a como dé lugar. Pero, como apología a la vida de la señora Topete, la maravillosa tierra prometida esconde más que progreso y felicidad.

Advertencia: Se vienen muchos spoilers.

República mutante, de Jaime Alfonso Sandoval. De esas novelas genéricas que parecen diseñadas para una tarde de verano, o un viaje de varias horas, o un día lluvioso. No tiene mucha complejidad ni profundidad, no la necesita. Y sin embargo, si apuestas a leerla, aunque no te aportará nada nuevo, sí que te hará pasar un buen rato.

Venga, como cualquier serie genérica de Netflix.

Pues bien. Entremos en contexto.

PLANTEAMIENTO.

La historia es narrada en primera persona, desde el punto de vista de un niño llamado Pepe, quien nos cuenta las desventuras de su familia. Viven en completa inestabilidad económica por culpa de las ideas del padre. Esté se empeña en llevar a cabo sus inventos y sus planes, los cuales siempre, sin excepción, terminan mal.

Por una serie de eventos desafortunados, y luego de varios intentos fallidos de montar un negocio, don Pepe Topete termina trabajando de botarga de fruta en un supermercado. Ahí conoce a un extraño viejo, compañero de trabajo, quien termina revelándole la existencia de un exótico proyecto de nación. Por una considerable cantidad de plata, como no podía ser de otra forma, el viejo le consigue a don Pepe y familia un pase para presentarse como candidato a ser ciudadano del secretísimo nuevo país.

Dicho pase, es en realidad documentación falsificada, que los transforma en la distinguida familia Mondragón.

De alguna forma don Pepe consigue convencer a su esposa e hijos, la ahora familia Mondragón, de presentarse a la entrevista en la embajada de Pangea. Y como no podía ser de otra forma, a pesar de sus esfuerzos, terminan a un solo puesto del último lugar, de modo que no son elegidos. Sin embargo, en un giro inusual del destino, la familia en último lugar queda indispuesta, dejando el camino libre a don Pepe y familia.

Se deshacen de todo, en realidad de casi nada, empacan lo poco que tienen de valor, o sea casi nada, y se presentan en el aeropuerto donde abordan el avión que los llevará a su nuevo destino.

El caótico, atestado y larguísimo vuelo, luego de visitar innumerables países, finalmente llega a un aeropuerto, donde los maltrechos pasajeros transbordan un barco que los lleva a su destino.

El lugar, desolado y de aroma putrefacto, no les causa muy buena impresión; no a la familia, aunque no se puede decir lo mismo de don Pepe, quien se entusiasma sobremanera por todas las posibilidades.

Pasan los primeros dos días, en los que son asignados a su vivienda provisional y asignados a sus labores de servicio comunitario, o sea trabajo.

Debido a la curiosidad innata de don Pepe, el autobús donde viajaban sufre un accidente, básicamente por intentar ver que había más allá de las misteriosas vallas que delimitan su espacio.

Los supervivientes abordan otro camión, donde Pepe yunior y su hermana Flora conocen a Brayan, un niño chicano que está en la isla con su papá.

El incidente consigue que se enteren de la verdad, viven en una isla compuesta de basura. Lo que explica el mal olor y la inestabilidad del suelo.

Ya en labores, en un lugar con nada de seguridad, don Pepe salva de una muerte segura a Pitter, el papá de Brayan. Razón por la que el hombrecillo, queda profundamente agradecido, y se vuelve, por decisión propia, el esclavo personal de don Pepe.

Gracias al heroico rescate se enteran del paradero del señor Mondragón, es decir don Pepe, y lo llevan afuera, donde le esperan.

La misión, como ingeniero que se supone es, es ayudar con la construcción de la ciudad. Y es que, hay problemas, para variar.

Entre otras cosas, algunos trabajadores han desaparecido, lo mismo que mucho del material de construcción. Los ladrones son los araperos, una suerte de aborígenes naturales del país, quienes lo habitan desde antes de su descubrimiento.

Como no podía ser de otra forma, don Pepe encabeza las fuerzas de defensa, o mejor dicho conquista, que, luego de varias batallas, consigue capturar a todos los araperos.

La victoria de la guerra contra los araperos le consigue a don Pepe y familia una audiencia con don Augusto Barnaby, el fundador de Pangea. Evento donde nombra a don Pepe el primer alcalde de Pangea, y le da la misión de construir la nueva ciudad.

En el evento, Milo Barnaby, hijo de don Augusto Barnaby, muestra su interés en Flora, pero ella lo rechaza.

Los planes comienzan y, a pesar de las reticencias iniciales, avanzan. Y así todo va a pedir de boca, y culmina con la fundación de la exótica Pangeópolis.

Sin nuevos proyectos en puerta, e inspirado por la devoción que le profesan Piter, su lacayo personal, y Brayan, el hijo de Piter, don Pepe se pone en la tarea de descubrir los dóndes ocultos de ambos. Proyecto, o experimento antropológico, que consigue levantar la autoestima de ambos, tanto que terminan sobrevalorándose. Con el tiempo, incluso, don Pepe termina adoptándolos como hijos.

Al mismo tiempo, Milo Barnaby, sigue profesando su amor por Flora, pero esta sigue rechazándolo una y otra vez.

Y por si las cosas no fueran ya lo suficientemente caóticas, a partir de este punto todo se sucede de manera acelerada y atropellada.

Son invadidos por las fuerzas armadas de Rarotonga, Pangeópolis se desploma, Flora termina traumada y, tras la forzosa separación de Milo, quien ahora ya no la sigue como perrito, empieza a extrañarlo, Pangea es movida de lugar, al polo sur, por el frío y el descontento de la gente ocurre un golpe de estado y don Augusto Barnaby es derrocado, su hijo Milo está de lado de los insurgentes, se alzan nuevos líderes, cada uno comandando su propia isla, Piter y su ego inflado se apoderan de una de las islas, los distintos líderes son derrocados por Piter, quien establece una dictadura, el país crece de forma descontrolada, tanto de territorio por la basura que aceptan de afuera, como de gente por el aumento de inmigrantes legales e ilegales, se forma una resistencia para derrocar a Piter, Milo muere, Flora termina entablillada de cuerpo entero, se presenta un represéntate de una empresa dedicada a las atracciones y propone construir un parque de diversiones en el país, y ofrece armas para que la resistencia derroque a Piter, la resistencia gana la guerra con las nuevas armas mientras tanto la empresa comienza con las instalaciones del parque, los contenedores de la empresa resultan ser desechos químicos y no las atracciones que aseguraban, y finalmente la isla se diluye por culpa de los desechos químicos. Eso por mencionar los hechos más trascendentes, ya que pasan un montón de cosas más.

Como sea, al final los supervivientes son repatriados a sus propios países, incluidos los Topete, quienes vuelven a su casa de renta congelada de su colonia de clase baja en la ciudad de México.

DESARROLLO.

Es una novela divertida y acelerada, tanto que encapsula el surgimiento de un país, el crecimiento del mismo y su caída, todo en menos de setenta mil palabras.

Resulta también una lectura ligera, manejando un lenguaje accesible a prácticamente cualquier persona; lo que es de esperar, considerando que se trata de una novela, más bien, para adolescentes, situación que se aprecia bastante bien en el tratamiento de ciertos temas escabrosos y la omisión de otros tantos.

Aunque la familia protagonista es de origen mexicano, y a pesar de que el autor es mexicano, la cultura mexicana no está del todo plasmada en la historia. Esto se aprecia en el tratamiento del tema en general, e incluso en la prosa. El humor es muy parecido al humor inglés, por lo que en algunos pasajes recuerda a Douglas Adams o Niel Gaiman; e incluso, aunque sea solo por la agudeza y sutileza de ciertos sarcasmos, a la mismísima Jane Austin. Esto no quiere decir que el escritor tenga un estilo igual a ellos, sino que, reitero, en ciertos pasajes usa las mismas fórmulas para el humor. Como sea que sea, dichos tratamientos y dicha prosa difieren mucho del común denominador entre los escritores mexicanos.

Es de notar el trabajo de investigación del autor para reflejar las distintas jergas que surcan el inmenso océano de ese idioma llamado español.

CONCLUSIONES.

Como mencioné antes, no es una novela profunda o con grandes moralejas. Aun la sucesión de eventos que ocurren en el país no son más que una caricatura del proceso que han enfrentado prácticamente todas las civilizaciones, tanto que algunos sucesos son fácilmente predecibles, justamente porque siempre han ocurrido igual a lo largo de la historia.

Es entretenida y te invita a seguir leyendo, además es ligera por lo que leer se hace tan fácil como inevitable, doble punto a favor.

Con todo lo dicho, podemos otorgar a la novela la asombrosa calificación de tres estrellas.

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