¿LITERATURA BASURA?

El mundo del llamado arte contemporáneo está plagado de obras, en el mejor de los casos, chistosas —en un intento por ser irónicas con juegos de palabras—, en el peor de los casos, que son simple y llana basura. Un puñado de ropa sucia, un bowl con fruta podrida, personas desnudas con algo de pintura en el cuerpo, una “artista” comiendo hasta su límite para después vomitar frente a los espectadores, o gritando y gimiendo con sonidos guturales en algo que pretenden hacer pasar por canto, o ya de plano defecando en público. Todo eso, y cosas peores —vaya si las hay—, si bien no son todo el arte, es lo que prima en el arte contemporáneo.
Porque hasta eso. Hoy los grandes museos dan prioridad a esta clase de obras de una evidente falta de talento —cualquier persona defeca, o gime, o puede juntar un montón de ropa sucia—, por encima de las obras de artistas de verdadero valor artístico, que pintan o esculpen. Hay un menosprecio institucionalizado al que llaman “el arte anticuado”, a tal grado que hay escuelas de arte que han dejado de enseñar dibujo, pintura, modelado, esculpido y un largo etcétera. Anécdotas por donde las allá, un alumno de arte aprobó con un proyecto final que consistía en un performance en donde literalmente se sacaba el pene y orinaba.
La pregunta es, ¿deberíamos permitir que lo mismo le pase a la literatura? El menosprecio al lenguaje, a su forma y a su fondo, a sus reglas, sus accidentes y sutilezas, a la belleza, cada día está más extendido. Editoriales que solo editan libros con “lenguaje inclusivo”, poemarios con versos que han olvidado por completo la métrica, el ritmo, la musicalidad o la rima, novelas que venden más por lo morboso de su historia que por su calidad narrativa.
Entiendo que es molesto que te estén corrigiendo todo el tiempo, hasta el más mínimo error ortográfico. Seguro por ahí se me pasó algún error que alguien gustoso no se detendrá de señalar. ¿Pero de eso a menospreciar el cultivar una buena ortografía y gramática? El arte es una manifestación estética de la belleza, y la literatura, como quinto arte, no se escapa de ese fin. La literatura no es expresar ideas o sentimientos, porque las ideas y los sentimientos en sí mismos no son arte. El arte de la literatura está en recoger esas ideas y sentimientos en palabras, en lenguaje escrito. Como el pintor que usa un lienzo y pintura para expresarse, el escritor usa las palabras, el lenguaje, para expresarse.
Nadie nace siendo experto en nada. Se requiere de años de dedicación y esfuerzo. Y es lo mismo en todas las artes. ¿Serás como esos artistas contemporáneos que, sin ningún esfuerzo, intentan hacer pasar por arte su propio vomito? ¿O te esforzarás por mejorar cada día en el uso de las herramientas que tienes a tu disposición para tu arte, a saber, el lenguaje, hasta alcanzar la maestría? Somos escritores, somos artistas, creamos literatura, creamos arte. Entonces, pues, hagámoslo bien.
En la imagen: Montaña de basura de Ivan da Silva Pedantowski (obra de “arte”).