Banana, memes y arte conceptual.

Tremendo escándalo se formó en redes por la obra más reciente de Maurizio Cattelan. Se trata de una banana pegada a la pared con cinta adhesiva. Una obra originalmente valorada por 120 mil dólares, de la cual ya se vendieron dos copias, y cuyo valor hoy por hoy asciende a los 150 mil dólares.

Como ocurre con noticias así, no tardó en llegar la crítica. Lo que en un principio no está mal, y es de hecho muy válido. Pero es que pareciera que esta gente, algunos incluso llamándose artistas, aún no entienden el significado del arte conceptual. De modo que lo critican tomando como referencia otros tipos de arte.

Esta clase de comparativas son más comunes de lo que parece. Por ejemplo, suele usarse esa cantaleta de “es mejor el libro que la película”. Aunque en términos subjetivos esto podría ser cierto, incluso darse casos en que la película sea mejor que el libro, lo que habría que reconocer es que ambas formas de arte son diferentes y tienen narrativas y estéticas distintas.

Entonces, ¿qué es el arte conceptual? Es aquel en la que el valor artístico está en la idea y no en la ejecución. Es decir, lo artístico es el concepto, no el objeto.

¿Qué tan valiosos son los conceptos? La noción de que un concepto, como tal, es valioso, no es nada nuevo. Tan solo en el mundillo del cine el concepto o idea de la cual pudiera trabajarse un guion y por extensión una película, eso ya tiene precio. No es extraño que una casa productora compre el concepto de otra para sacar su propia versión de la película, la telenovela, la serie o el reality show. Es decir, no pagaron por el guion, no pagaron por los personajes o la historia, pagaron por el concepto. Ya después, y basados en ese concepto, escriben los guiones, se escogen actores y actrices y se plantea una historia nueva.

Con riesgo en caer en esa noción de alegato especial en la que se adjudica un significado elevado a los objetos más peregrinos, al final del día lo que hace del arte conceptual “arte” es justamente la capacidad de generar reflexión en el espectador, de modo que este juega un papel más activo en la obra.

Si eres de esos a los que les gusta hacer de todo un meme, felicidades, ya estás creando una forma de arte conceptual. El meme, o fenómeno de internet, es en sí mismo un concepto, susceptible de ser representado de las maneras más variopintas que pudieran imaginarse. Desde un fotomontaje mal hecho o con producción profesional, hasta una animación, una dramatización en la forma de un cortometraje o monologo, o incluso todo un performance donde un sujeto grita y un completo desconocido le responde. Hay quienes obtienen dinero de esto, hay quienes no. Independientemente de eso, por más absurdo o tonto que resulte el meme, a final de cuentas ocupa de su buena dosis de ironía, sátira, critica y sobre todo ingenio.

El arte conceptual requiere de pensar, no basta con ser excéntrico. Debe invitar a la reflexión, aunque sea a un sector muy especifico. Y debe ser, sobre todo, original.

Así que no listillo, ya no vale clavar una manzana a la pared o pegar con cola una piña al muro, que eso ya se hizo. Pero si tienes una idea original, puedes sustentarla y argumentarla, y puedes representarla de forma creativa, ¿qué esperas para hacerte rico creando tu propio arte conceptual? Sino, mínimo aviéntate un buen meme.

Share

Deja un comentario